top of page
Buscar
  • lohengrin-vtuber

Capitulo 4: Miraell

"Ese cristal en su estomago, te pertenece. Ha recibido el flujo de Kayhne durante muchos eclipses, y ahora fluirá en tu cuerpo."


Lohengrin busco con su mirada a Triskel el cual estaba siendo atendido por una de las sacerdotisas.


"No te preocupes Triskel, lo estas haciendo muy bien."


La voz de la sacerdotisa resultaba muy familiar, la había escuchado antes en algún lado.


Despojaron a Lohengrin de la parte superior de su vestimenta para prepararlo para su "regalo". Sin poder apartar la mirada de Minales, la cual se encontraba flotando dentro de la capsula, desnuda, unida al tubo a través de la boca.


El pecho de Lohengrin tenia la marca donde recibió el puñal y alrededor surgieron manchas purpura que recorrían desde la parte izquierda del pecho hasta la espalda.


"Vamos a extraerle el cristal a Minales, y voy a introducírtelo donde te apuñale antes" Sonrió el anciano. Su plan estaba a punto de llevarse a cabo después de muchos años de espera.


La temperatura de su cuerpo comenzó a elevarse, el pecho empezó a dolerle, las piernas le temblaban hasta el punto de caer de rodillas. Lohengrin comenzó a perder lentamente la vista y a oir la voz de su madre, sus lloros y gritos antes de morir.


"Quiero hacer daño, quiero herir, quiero sacarlo todo de dentro de mi" Pensó.


La voz de su madre entremezclada con la imagen de su hermano muriendo delante de el.


"Tengo que sacarlo todo fuera" El dolor se intensifico pero no dejaba salir un sonido de su boca. La vista so volvió un túnel, solo dejando ver la capsula y el cuerpo de Minales.


Comenzó a levantar la mirada hasta alcanzar la cara de Minales. Sus ojos cerrados, parecía no ser consciente de nada de lo que ocurría. Hasta que sus ojos se encontraron.


Minales abrió los ojos y miro a Lohengrin fijamente. Sus ojos ya totalmente blancos, apenas podía distinguir sus pupilas.


Lohengrin, por un momento se sintió aliviado por ver reaccionar a Minales hasta que...


Un fuerte pulso proveniente del interior de la capsula redujo a pedazos los cristales de esta, haciéndolos volar contra todos los presentes.


Lohengrin recibió heridas de estos en los hombros. Miró hacia su lado, donde se encontraba el anciano que le agarraba hace unos minutos. Estaba inmóvil con la cara llena de cristales de los que brotaba la sangre.


El liquido que contenía la capsula rápidamente cubrió todo el suelo de la sala haciendo difícil el moverse y Minales se soltó del tubo. Sus dientes negros habían destruido las sujeciones de este.


Minales calló al suelo como si de un cadáver se tratase, y el sacerdote comenzó lentamente a retirarse los pedazos de cristal de la cara mientras sonreía y reía en voz baja. Miró a Lohengrin sonriendo mientras seguía sangrando a través de la cara.


Se acercó a Minales y agarro el cristal de su vientre. Una luz inundó la sala y cuando desapareció Minales seguía en el suelo, con su estomago abierto, cubierta en sangre pero sin el cristal.


El anciano, con el cristal en la mano levanto a Lohengrin y lo acerco a la mesa donde seguía Triskel.


"Tu herida en el pecho, esta preparada para recibirlo." El anciano sacó una herramienta para cortar y la puso contra el pecho de Lohengrin. " Por fin..."


En ese momento el anciano fue arrastrado contra el suelo en dirección a la capsula. Lohengrin que parecía haber perdido toda la fuerza miro hacia la capsula.


Del interior del cuerpo de minales surgieron unos apéndices de carne que arrastraron al anciano hacia ella. Muchos apéndices salieron de su estomago, haciéndola levantarse del suelo sin apoyar los pies en el.


Acercó al sacerdote hacia ella y sus caras se enfrentaron. El asustado anciano comenzó a pedir auxilio a los demás pero Minales comenzó a gritar mas fuerte para no dejar oír la voz del indefenso hombre.


Los apéndices que le agarraban comenzaron a retraerse en dirección a su estomago. El cuerpo de Minales se estaba deformando, donde estaba su estomago ahora se estaba formando una boca sin dientes, sus órganos se derramaban de esta.


Entre los gritos el cuerpo del sacerdote fue tragado por Minales y tras unos segundo fue expulsado por su aparato reproductor, pero desprovisto de piel, brazos y piernas. Solo era reconocible la cara de pánico que dejo en su rostro.


El cristal, flotando en el liquido de la capsula, fue en dirección a la sacerdotisa que cuidaba de Triskel. Mientras Minales continuaba gritando y agarrando a otros sacerdotes. Partiéndolos en dos, siendo engullidos por su cuerpo.


"Haced algo para pararla!!" Grito la sacerdotisa, pero era muy difícil moverse por la sala debido al liquido, y Minales comenzaba a deformarse mas y mas, con su vista puesta en la capsula de Marión,la cual seguía inmóvil.


Minales de deslizó en dirección a la mesa donde se encontraba Triskel. Agarró el brazo recién unido y realizo un chillido en el cual se pudo distinguir "Esto no te pertenece".


Triskel seguía atado a la mesa, poco podía hacer salvo dejarse arrancar el brazo recién colocado de nuevo.


Comenzó a gritar, el dolor debía ser inhumano. Su brazo se volvió a separar muy lentamente tirado por los apéndices de Minales hasta que se soltó de su cuerpo. La sangre dibujó un arco en el aire y cayó sobre la sacerdotisa que se encontraba con el.


Retiró su capucha y sus ojos comenzaron a brillar en un color amarillento, su pelo no era blanco como el resto de los habitantes de Hal-Grief, sino dorado. Lohengrin se percato de ello, y recordó la voz de la elfa que le susurro la noche que mataron a su hermano. Era igual.


"Rizrael...?"


El suelo de la cámara se tornó rojo, resultado de la mezcla de la sangre y el liquido de la capsula. Minales dió un salto y aterrizo sobre la capsula de Marión. Rompió el cristal y la saco de allí.


La sacerdotisa rubia, en un destello se desplazo desde la mesa al otro lado de la sala, donde se encontraba la salida. "No vas a salir de aquí Minales, todavía no he terminado contigo" Los apéndices de Minales arrojaron todo lo que se encontraba a su alcance contra ella, pero nada lograba alcanzarla.


"Ahora estas atrapada conmigo, te cuidé, te alimenté, te protegí. Como piensas escapar de aquí si te he moldeado a mi gusto? Se todo lo que piensas y puedes hacer." Grito la sacerdotisa mientras sonreía, pareciendo disfrutar lo que estaba ocurriendo.


Esta parecía no tocar el suelo. Con un solo movimiento de su mano podía separar el liquido del suelo y crear un camino para desplazarse a placer. Minales comenzó a girar moviendo sus apéndices como un torbellino para intentar golpearla mientras sujetaba a Marión.


Consiguió asestar un golpe a la sacerdotisa y la envolvió con sus largos tentáculos. La acerco hacia ella dispuesta a ingerirla como al resto. La sacerdotisa comenzó a reír a carcajadas. "Has hecho justo lo que pensaba." En ese momento una gran cantidad de cortes se produjeron en el cuerpo de Minales, arrancando partes de su cuerpo.


Calló al suelo, pero manteniendo a Marión en el aire para protegerla. " No olvides que eres una simple herramienta, solo sirves para cumplir un propósito, no eres tan importante. Hiciste muy bien incubando el cristal, pero se acabo. Ya no te necesitamos."



Lohengrin seguía en el suelo, aterrado por lo que estaba pasando, no sabia como reaccionar. "Minales... La sacerdotisa, es la misma que mato a toda esa gente? Debo ayudar a Minales, es lo que nos enseñaron." Pensó.


Cuando Minales estaba apunto de recibir un golpe que acabaría con ella, Lohengrin se acercó por detrás de la sacerdotisa para asestarle un golpe con una herramienta que encontró cerca de el.


"No se por que no me sorprende. Tu todavía no estas listo, aunque juzgándote por tu forma de actuar nunca lo estarás."


"Tu lo hiciste verdad? hace dos años, tu mataste a toda esa gente. Dijiste que eran los del otro lado. Mataste a todos los aprendices y a mi hermano."


"Silencio! Nunca entenderías de que estas hablando." Dijo la sacerdotisa.


"Has acabado con muchas vidas, dinos el motivo!"


"Esas vidas eran insignificantes, como la tuya y la de estas dos chicas."


Minales intentó agarrar a la sacerdotisa con los últimos apéndices que le quedaban y Lohengrin intentó atacar al mismo tiempo.


Consiguió detener el ataque de Lohengrin pero fue atrapada por Minales, siendo lanzada contra el muro. Parte de este se derrumbó, dejando entrar un poco de luz del exterior y una fuerte corriente de aire.


La sacerdotisa se levanto y comenzó a dejar caer de su boca una gran cantidad de sangre debido al golpe.


Comenzó a elevarse del suelo, muchas cuchillas comenzaron a flotar y girar alrededor suya, bloqueando la luz que entraba por el muro.


" Yo soy Miraell, no solo mate a esos estudiantes, mate a todos los que hizo falta, y ahora os matare a vosotros."

31 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Capitulo 6

La luz roja en su craneo comenzo a brillar con una fuerza similar a un faro y la concentro sobre Miraell. Esta puso sus manos sobre Minales, sus dedos delicadamente comenzaron a perforar su piel, pare

Advertencia

Lohengrin se incorporo como pudo, aunque no podia encontrar el equilibrio, comenzo a deslizarse cuesta abajo sin poder detenerse. Sus ojos continuaban cerrados y lo unico que sentia era como podia aga

Publicar: Blog2_Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

©2021 por Lohengrin Eisenrose. Creada con Wix.com

bottom of page